-Los del
Mitsubishi Lancer Evo VIII, primeros líderes del Rallye de Maspalomas, se encontraban
luchando por la segunda plaza.
“Por lo que nos comentaron, a unos
300 metros de la salida por el primer paso de Fataga perdimos toda el aceite
del diferencial trasero; nosotros nos vinimos a percatar unos pocos kilómetros
más adelante, cuando al acelerar ya no teníamos tracción”, lamentó el joven piloto
grancanario. El de Suministros Santana Domínguez, ElectroMarket, Escamilla,
Autobuses Moreno, Center Car Arguineguín, Desguace El Cruce, Discoteca-Karaoke
La Guinda II, Mapfre Arguineguín, Ferretería Tomás, Grúas Arguineguín y
MotorADiario.com concluyó esa especial ‘a vela’, conocedor de que ahí acababa
su actuación.
Domingo Ramos y Marcos Guerra comenzaron liderando la edición 2016 del
Rallye de Maspalomas. Durante el sábado se centrarían en luchar por la segunda
plaza, la posición a la que podían aspirar si la lógica tiene algo de razón en
este deporte. La pelearon, y a la conclusión de los tramos dos y cuatro la
hicieron suya. No era una tarea fácil, y es que eran no menos de tres equipos
las que la anhelaban.
A 3,9 segundos de la segunda posición, la pareja Ramos-Guerra iniciaba
el primer y técnico descenso por Fataga, escenario en el que su sueño se iba al
traste. “Se rompió el diferencial y para
casa”, dijo desde el lugar del abandono el vencedor del pasado ‘Villa de
Teror’. “Por mantenimiento no ha sido”,
ya que éste era su segundo rallye. La actuación de Ramos-Guerra gana más mérito
al conocer que durante los tramos de la mañana rompían un amortiguador,
debiendo competir en esas condiciones hasta la llegada del sustituto. “Tuvimos que montar otros de otra marca y el
comportamiento del coche no era el mismo”, por lo que seguro que en esas
condiciones perdían algunas décimas.
En cualquier caso, el abandono de
Domingo y Marcos les desplaza de la segunda a la tercera plaza en la
provisional del Campeonato de Las Palmas. Falta una prueba para la conclusión,
además de máximo coeficiente, “pero lo
que ahora queremos es conocer el origen de la avería para que todo vuelva a los
cauces normales”, y es que si de algo puede presumir el Mitsubishi Lancer
Evo VIII del equipo grancanario es de su robustez y fiabilidad. “Gracias a ello hemos podido lograr unos
resultados que para nada pensábamos a principios de temporada”, concluía
Ramos.
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